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nombre de basia Gill
Enviado el: jueves, 10 de enero de 2008 21:11
Para: Red Informativa de Mujeres de Argentina
Asunto: [RIMA] El embarazo masculino
El embarazo masculino
Jörg Blech
Publicado por Der Spiegel, reproducido por Gazeta Wyborcza el 9 de enero de
2008
Traducción del polaco para RIMA de Bárbara Gill
Los futuros padres reaccionan ante el embarazo de su pareja mucho más
intensamente de lo que hasta ahora se suponía. Las feromonas producidas por
la mujer alteran el organismo masculino y convierten a los señores en
"mansos corderitos".
Durante su segundo embarazo la doctora en etología Toni Ziegler advirtió que
su compañero no se comportaba tal como siempre. Por cierto que al padre de
su criatura no le creció la panza, pero "todo el tiempo se quejó de dolores
de espalda". Todos los malestares cesaron después del nacimiento de la
criatura.
16 años después Zirgler decidió poner bajo la lupa a los futuros padres. Tal
como demuestran todos los estudios, ese grupo social no goza de la mejor
salud; entre el 11% y 65% de los varones se queja de distintos dolores,
náuseas e insomnio. Durante el embarazo de sus parejas los señores
confrecuencia sienten desasosiego, aumentan de peso y sufren molestias
típicas de las mujeres embarazadas.
Desde un punto de vista puramente metódico, la tesis del "embarazo
masculino" es fácilmente cuestionable, por eso durante muchos años se lo vio
como parte del folklore médico. Los señores que relacionen sus síntomas con
el embarazo de sus compañeras seguirán teniendo que exponerse al peligro de
ser considerados como "raritos" e hipocondríacos.
No obstante, Ziegler y otros etólogos sostienen que el fenómeno del
"embarazo masculino" no es raro. En su opinión, la aparición de molestias en
los futuros padres tiene una base biológica, no neurótica. Sus
descubrimientos se apoyan no sólo en las divertidas anécdotas de los
cçonyuges, sino -y ante todo- en hechos científicos comprobados.
El macho en el rol de padre
En el Centro Nacional de Investigaciones de Madison, del Estado de
Winsconsin, Toni Zielger y el psicólogo Charles Snowdon están realizando
estudios sobre los monos marmozeta próximos a ser padres. El grupo observado
es natural de Brasil y cada ejemplar pesa 400 gramos; viven en un terreno
cercado, con árboles y toda clase de trepadoras. Cuando miramos a los monos
a través de un vidrio de 6 metros, se acerca corriendo una hembra, golpea el
vidrio con los dedos, inclina la cabecita y mira provocadoramente a la
doctora.
El macho se mantiene alejado del público. Tiene muchísimo trabajo: sobre la
espalda carga a su cría nacida el día anterior. -Los machos y las hembras
marmozeta crían en forma conjunta- explica Ziegler. Los monitos tienen una
concreta división de responsabilidades: la madre alimenta al pequeño con su
leche, el padre se ocupa de todo el resto, o sea, protege, da calor,
higieniza y luego lo alimenta. En esta relación es, precisamente, el macho
el que debe satisfacer todas las necesidades de la cría.
El macho marmozeta está preparado para el nacimiento de su descendencia
desde varias semanas antes y ya antes del nacimiento de su descendencia se
ha convertido en un padre ejemplar. El cuerpo de la hembra embarazada
produce una sustancia que emite determinadas señales, o sea, feromonas, las
que a trvés de gotas o en sus desechos llegan al olfato del macho y lo
transforman en un "manso corderito". -La naturaleza prepara químicamente a
los machos para su rol de padres- dice Ziegler. -Este proceso se inicia
junto con la fecundación de la hembra.
Un notable aumento de peso también es parte de los cambios en el cuerpo de
los futuros padres, a pesar de que no consumen más alimentos que los
habituales. Esto les sucede no sólo a los marmozetos, sino también en los
tamarinos de cresta blanca. Los científicos observaron que que durante el
embarazo de las hembras, son muchos los machos que aumentan su peso en 20%.
-Gracias al aumento de peso los monos ganan en energía extra, que podrán
utilizar después del nacimiento de la cría, entre otros modos, para cargarla
sobre la espalda- aclara Ziegler.
Lo curioso es que el aumento de peso del macho se produce bastante antes que
el de la hembra preñada. Tampoco sucede que el aumento del apetito de la
madre estimule al padre a acompañarla "picando algo". El engordar es más
bien consecuencia de procesos fisiológicos, en cuyo marco las señales
emitidas por el cuerpo de la hembra influyen en los procesos hormonales
masculinos e indirectamente sobre el metabolismo del macho.
Basándose en la observación de los tamarinos de cresta blanca, Snowdon y
Ziegler lograron analizar los cambios de nivel de determinadas hormonas
masculinas y femeninas. Tal como se suponía, las fluctuacones en los cuerpos
de las hembras fueron enormes; finalmente, las hormonas son las responsables
de una serie de modificaciones en el cuerpo de las hembras durante el
embarazo.
No obstante, era sorprendente que la concentración de andrógeno, estrógeno y
cortisol también variaron en el cuerpo de los machos. Algunos de estos
saltos eranparecidos a los que ocurren en el cuerpo de una hembra preñada,
pero sucedían en otros momentos. por ejemplo, el aumento de la cantidad de
glucocoticodes en el cuerpo de la hembra puede observarse en la fase media
del embarazo, en cuanto las suprarrenales del embrión comienzan a producir
hormonas. Una o dos semanas después comienza aceleradamente el aumento de
los glucocorticoides en el macho.
Ziegler afirma que el orden en el que se producen los cambios son,
prbablemente, un sistema de información genial creado por la naturaleza: "El
feto incrementa el nivel de glucocorticoides y a través del cuerpo de la
madre, indirectamente, influye sobre los niveles hormonales del padre,
preparándolo así para el nacimiento."
Las sustancias que llevan información llegan al cuerpo del padre de dos
modos distintos: las que se esparcen por el aire le llegan al olfato;y otras
a través del tacto son transportadas al órgano de Jackobson, ubidado dentro
de la cavidad nasal, a ambos lados del tabique. El órgano de Jackobson está
compuesto por dos bolsillos repletos de receptores y su función principal es
descubrir feromonas.
Feromonas y variaciones hormonales
Los resultados de las mediciones experimentales atestiguan que las feromonas
tienen una considerable influencia sobre las transformaciones en el cerebro
del receptor. Al analizar con la yuda de un tomógrafo computado las
reacciones de cuatro machos marmozetas que olfateaban los vahos de las
hembras, los científicos advirtieron un aumento de actividad en la zona del
cerebro responsable de la actividad sexual. Los científicos quieren
continuar las investigaciones el año próximo para observar qué sucede en el
cerebro del macho cuando fecunda a la hembra, vive cerca de ella y
finalmente se convierte en padre.
Snowdon tiene la esperanza de verificar su tesis de que las señales enviadas
por el cuerpo de la hembra preñada provocan la disminución del impulso
sexual de los machos. El psicólogo extiende sus suposiciones también a los
seres humanos: "Las hormonas de un caballero seducido por una mujer
reaccionan mucho más intensamente que las de un futuro padre que comparte el
lecho con su compañera embarazada."
En rigor hay varios argumentos a favor del hecho de que las hormonas regulan
no sólo el funcionamiento del cuerpo de una mujer embarazada, sino también
de los futuros padres. En primer lugar, el homo sapiens prtenece a la
especie de los escasos mamíferos que educa conjuntamente a su progenie. En
segundo, tal como demostraron dos experiencias de científicos canadienses,
tanto los monos como los varones sufren variaciones en sus nivele
hormonales.
La psicóloga Anne Storey, de la Memorial University de Nueva Funlandia,
llevó a cabo un experimento durante el cual observóa 34 parejas estables que
asistían a cursos prenatales. Las visitaba regularmente en sus casas, tomaba
muestras de sangre y medía la concentración de tres hormonas fundamentales:
-La prolactina, que es la responsable de la conducta típica de madre y de la
producción de leche, también mostraba mayor actividad en los varones
estudiados. Tres semanas antes del parto su concentración en la sangre del
padre se elevaba en aproximadamente un 20%.
-El cortisol es más conocido como la hormona del estrés, pero es muy
significativo en el control del amor y dedicación maternales. Junto con el
aumento del nivel del cortisol se eleva también la probabilidad de que la
madre pueda reconocer a su vástago sólo por el olor. Entre los varones
estudiados, el nivel del cortisol en las últimas tres semanas del embarazo
era dos veces más alto que inmediatamente después de la fecundación.
-El nivel de la testosterona, inmediatamente después del parto, caía a un
tercio; lo que también confirma la tesis del "embarazo masculino". La
testosterona inunda el organismo masculino durante la seducción y el
cortejo, pero decae en el momento en que hay que ocuparse de la prole. Este
estado de las cosas también fue confirmado por el conocido experimento que
alguna vez se llevó a cabo con pájaros machos a los que se alimentó con un
suplemento de testosterona: durante la mayor parte del tiempo se ocuparon de
defender su territorio y de buscar pareja, y descuidaron el cuidado de sus
pichones.
Otro estudio realizados por científicos canadienses compara el nivel
hormonal de los futuros padres con el de los varones sin hijos. El nivel de
testosterona en la saliva era excepcionalmente bajo en los primeros, cuyas
esposas estaban embarazadas, en tanto que la concentración de estrógenos era
increíblemente alta. La cantidad de esta hormona se incrementaba
notablemente un mes antes del nacimiento y se mantenía en niveles altos
durante los 12 meses posteriores. A pesar de que todas las clases de
estrógenos son hormonas típicamente femeninas, también aparecen en
cantidades pequeñas en los varones y son las responsables de instintos tales
como la protección y el cuidado.
Tal como evidencian las investigaciones, el "embarazo masculino" es un
resultado de la evolución, la que no sólo asegura la supervivencia de la
progenie, sino que también parece mejorar el estado de ánimo del padre.
Edward Barlett, quien investiga la salud himana en la Universidad Gueroge
Washington, después de realizar algunos experimentos llegó a la conclusión
de que ese estado excepcional influye positivamente sobre la salud de los
varones. La llegada al mundo de un/a hijo/a es con seguridad "un fenómeno
particularmente cansador", pero a cambio de la dedicación a su progenie los
padres son recompensados por la naturaleza con una salud excepcional.
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